En verano, unos 4.000 científicos y trabajadores de apoyo viven en las estaciones de investigación de la Antártida. Los biólogos buscan microbios en los lagos subglaciales de la Antártida. Los astrofísicos estudian la débil luz Big Bang que creó nuestro universo, mientras que el Observatorio de Neutrinos IceCube debajo del Polo Sur usa el hielo puro para detectar partículas casi sin masa liberadas al explotar las estrellas. Hasta los psicólogos obtienen información en las aisladas estaciones de la Antártida.